La enseñanza de las religiones, o, para ser más preciso, la enseñanza de la religión católica, ha vuelto otra vez al centro del debate educativo con la propuesta de la LOMCE.
Es un debate que siempre ha provocado la toma de
posiciones apasionadas, a favor y en contra, y que considero que nunca ha
estado bien resuelto. Buena prueba de ello, han sido los recursos que se han
ido presentando durante estos años y que han dado lugar a diferentes sentencias
de los tribunales.
El problema surge cuando se debate cuál es la
fórmula que debe adoptarse para que el Estado cumpla con las obligaciones de
ofrecer enseñanza religiosa confesional en las escuelas, en función de los
acuerdos suscritos con el Vaticano y con otras confesiones religiosas.
La aplicación de los acuerdos firmados en 1979 por
el Estado español con el Vaticano, supone la obligación de ofertar las
enseñanzas de religión católica en los centros docentes, por parte de
profesores seleccionados por la Iglesia Católica y pagados por las
Administraciones educativas. Desde entonces, se han aplicado diversas opciones
para atender al alumnado que no optaba por cursar enseñanzas de religión
católica (ética, estudio asistido, actividades alternativas, atención educativa,
etc).
En el año 2005, durante el proceso de debate de la
LOE, se organizó una campaña de firmas de apoyo a la asignatura de religión
católica. Esa campaña no era para garantizar el derecho a recibir estas
enseñanzas por los que así lo deseaban, ni para que la Religión fuera una
materia evaluable, ya que ambas cosas estaban recogidas en el documento
presentado por el Ministerio de Educación. La campaña, iba dirigida a imponer a
todos los demás la obligatoriedad de cursar una materia alternativa. Y yo
añadiría, que si fuera por el deseo de algunos de sus promotores, si esa
materia es poco atractiva, difícil y el profesor es un ogro, pues mejor.
Si se analizan los datos oficiales publicados por el
Ministerio de Educación en la última década, la evolución del alumnado que se
matricula en la asignatura de religión católica se pueden observar muchas
cosas. Entre ellas, nos encontramos con que en el curso 200-01 el 80,2% del
alumnado de Primaria, el 52,1% de ESO y el 38,4% de Bachillerato cursaban enseñanzas
de religión católica en los centros públicos. Según los últimos datos oficiales
del Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2010-11, en los centros
públicos solicitan enseñanzas de religión católica el 66,6% del alumnado de
Primaria, el 39,1% de ESO y el 23,3% de Bachillerato. Se puede apreciar que en
estos 10 años la matrícula en esta materia ha bajado entre 12 y 15 puntos y,
además, en Primaria, se observa una disminución drástica a partir de cuando los
alumnos toman la primera comunión.
Ahora, con la LOMCE, se quiere revertir la tendencia
expresada libremente por la sociedad española en la última década. Los que
claman por la libertad de elección de las familias de la educación que quieren
para sus hijos, los que claman en contra de la Educación para la ciudadanía
porque adoctrina a los alumnos, quieren imponer a todos los alumnos que no
opten por cursar Religión la obligatoriedad de cursar una materia alternativa:
“valores culturales y sociales” en Primaria y “valores éticos” en Secundaria.
Esto supondría, por ejemplo, que el 61% de los
actuales alumnos de la ESO que libremente no han elegido cursar religión
católica van a ser obligados a matricularse de una materia alternativa que
supongo que, para que todos sean educados en los mismos valores, su currículo
será elaborado por los mismos que elaboren el de religión católica. Ese es el
concepto que tienen de la libertad de elección Rajoy y Wert.
Es decir, en un contexto de recortes generalizados
en educación, si se aprueba la LOMCE no sólo pagaremos entre todos al
profesorado de religión católica, en virtud de los acuerdos con el Vaticano,
sino que además dilapidaremos fondos públicos para pagar miles de profesores en
toda España para que impartan unas clases, la alternativa, que ni los alumnos
ni sus familias han solicitado.
Las Administraciones educativas deben poner los
medios necesarios para que todo el currículo escolar obligatorio se imparta al
conjunto del alumnado. Si además, en función de acuerdos firmados, hay que
garantizar la oferta de enseñanzas de determinadas confesiones religiosas, lo
que habrá que estudiar es como se ofertan en los centros, y en qué horario,
para facilitar la asistencia al alumnado que las solicite. Lo que creo que no
tiene sentido, en un estado no confesional, es darle la vuelta al problema y organizar
el centro en función de los intereses de los que hoy, tanto en secundaria como
en bachillerato son ya una clara minoría.
Si en un tema como el de la enseñanza de las
religiones se quiere llegar a algún acuerdo, habrá que partir del principio de
que el respeto a los que eligen cursar religión no puede suponer la imposición
de obligaciones añadidas a los demás. Si Rajoy y Wert no respetan ese acuerdo
de convivencia, mi opinión es que habría que decir con claridad que cuando se
produzca un cambio de gobierno se denunciarán los Acuerdos con el Vaticano y
con las demás confesiones religiosas, por lo que las enseñanzas de religión
confesional saldrán de las escuelas e institutos.
Estoy de acuerdo contigo en que la propuesta de ley del Ministro Wert es regresiva y no solo en el tema de la religión.
ResponderEliminarPero discrepo en lo referente a los acuerdos con el Vaticano. Ningún acuerdo es irrevocable, se mantiene por la voluntad de los firmantes. En cuanto una de las partes rompe el acuerdo, no hay acuerdo que valga. Y si el acuerdo con el Vaticano existe es porque quien ha estado en el poder lo ha firmado y/o lo ha dado por bueno. Y el PSOE ha tenido la posibilidad de romperlo y, sin embargo, lo ha dado por bueno (demasiado bueno, diría yo). La LOE fue una oportunidad perdida de promover una escuela pública y laica, de todos, sin adoctrinamientos religosos. El PSOE, cuando tuvo ocasion, no separó la religión y la escuela pública y, por lo que leo en tu último párrafo, tampoco lo hará.
El tema de la educación pública sin religión no puede ser un arma arrojadiza, una simple estrategia para forzar la negociación política. Es, y debe ser, un postura ideológica; es y debe ser una cuestión de principios; es una cuestión de valores. O se está a favor de una escuela pública y laica o no se está. Y entiendo que tu propuesta es que no. Aceptas que se imparta religión en la escuela pública, aceptas los acuerdos del Estado español con el Vaticano privilegiando a un determinado credo religioso, y no se cuestionan esos acuerdos. Lo que explícitamente afirmas es que cuando gobierne el PSOE las cosas seguirán como están ahora (es decir, con la religión en la escuela pública) siempre y cuando el PP no quiera imponer ahora más religión en la escuela. Porque si eso ocurriera,si el PP lleva a cabo su reforma,(sigues diciendo), en cuanto el PSOE llegara al poder "las enseñanzas de religión confesional saldrán de las escuelas e institutos". Sinceramente suena a amenaza poco creíble. ¿Por qué va a hacerlo si no lo ha hecho cuando pudo hacerlo? A mí me queda claro que el PSOE no quiere sacar a la religión fuera de la escuela. Y si de verdad quisiera desvincular la enseñanza pública del adoctrinamiento religioso, sencillamente se diría bien claro y bien alto, para que cada votante supiera qué está votando cuando vota a un partido político. Se diría bien claro: Cuando llegue al poder, el PSOE sacará la religión fuera de la escuela pública. Revocará los acuerdos con el Vaticano y promovera un modelo de escuela pública y laica.
Pero no, no lo dice. Ni claro ni alto.
Estaría muy bien que el PSOE y el resto de partidos de izquierdas dijeran de una vez que apuestan por un Estado laico y una escuela pública laica, y que la religión no debe enseñarse en la escuela pública. Creo que ése sí es un mensaje claro, directo. Quizá demasiado claro para algunos.
Estimado desconocido:
EliminarTe agradezco tus reflexiones en torno a la enseñanza de la religión. Te comentaré dos cosas. en primer lugar, mi posición, tal y como defenderé en la Conferencia Política de Octubre, es que se revoquen los acuerdos con el Vaticano. No sé si lo he dicho bastante alto y claro.
Y la reflexión en torno a si el PP impone más religión, que en ese caso digo que se habría roto un acuerdo de convivencia y se sacaría la religión de la escuela, no es una amenaza. Es, simplemente decir que los acuerdos de convivencia están para que se respeten por las dos partes y el PP con la LOMCE lo rompe. Y precisamente el PSOE no ha sacado a la religión de la escuela mientras ha gobernado por respetar ese acuerdo de convivencia.
Con tu posición tendríamos que las generaciones que estudien mientras gobierna la izquierda no tendrían religión en la escuela pública y las generaciones que estudien cuando gobierne la derecha tendrán la religión obligatoria. Y te diré, con la misma sinceridad que tú manifiestas, que prefiero un acuerdo de convivencia en el que den religión los que lo deseen fuera del horario escolar y los que no lo deseeen no tengan ninguna obligación académica añadida. Prefiero ese acuerdo a tener que esperar a comprobar si a mis hijos les toca la generación que tienen la religión como materia obligatoria, porque gobierna el PP, o se libran de ella porque gobierna el PSOE. El que no comparta tu opinión no quiere decir que no sean tan claro como tú. Un saludo
Miguel, en primer lugar gracias por hablar claro. En segundo lugar, mis disculpas por no haberme identificado. Pero ha sido por descuido. Soy Eugenio Piñero Almendros y me puedes encontrar fácilmente en facebook.
EliminarNo puedo estar de acuerdo contigo en la idea de que si defendemos que la educación sea laica tendremos una época de educación sin religión y después otra de religión obligatoria (cuando gobierne el PP). Francia tiene una educación laica y aún habiendo alternancia política no corre peligro esta situación. Dirás que es que la derecha española no es como la francesa. Y te daré la razón. Por eso, yo no digo que haya que transformar la situación de la enseñanza de la noche a la mañana, pero sí me hubiera gustado ver, y me gustaría ver, en el programa del PSOE una hoja de ruta que conduzca en un par de legislaturas al laicismo en la enseñanza. De momento, la opinión más radical que ha leído al respecto en el PSOE ha sido la tuya. Y mucho me temo que tardaré en verlo en el programa electoral. Disculpa mi desconfianza en las intenciones del PSOE pero 5 legislaturas son un tiempo suficiente como para haber progresado en ese sentido. Y si no se ha hecho es porque no se ha querido.
Por cierto, soy profesor de Filosofía y, por tanto, sufro la presencia de la religión de forma directa, y sé de qué estoy hablando cuando hablo de la religión en el sistema educativo. Me hubiera conformado con que el PSOE hubiera tenido las cosas claras y hubiera sacado a la Religión fuera del horario lectivo para que quienes no la elijan "no tengna ninguna obligación académica añadida". Pero creo que sabrás que actualmente las cosas no son así, que nadie puede irse a casa si no ha elegido Religión. Ya hubiera firmado yo si el PSOE hubiera propuesto esto alguna vez. Y hubiera contado con mi apoyo.
En cualquier caso, me alegro que tu posición personal esté más a la izquierda de lo que he escuchado en el PSOE. Te deseo suerte a la hora de defender tus ideas que, mucho me temo, encontrarán muchas resistencias que adhesiones en tu organización. Un saludo.
Comparto gran parte de tus reflexiones. Conozco bien la situación de Francia y ójala la tuviéramos aquí. Espero que la Conferencia política del PSOE del mes de Octubre vaya en esa dirección. Un saludo y seguimos en contacto.
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