CUANDO YO SOÑABA UN MUNDO AL REVÉS
Había
una vez un ministro de educación
en España que, nada más tomar posesión de su cargo, lo primero que hizo fue
convocar a todos los sectores de la comunidad educativa y a todas las
organizaciones políticas y sociales para emplazarles a hacer un diagnóstico
compartido de los principales problemas de la educación.
Analizaron
en común los avances registrados en las últimas décadas y compartieron que la
celeridad con la que se están produciendo los cambios sociales, el constante
cambio en el mercado del trabajo y en las profesiones hacía necesario que en un
momento como el actual se tenían que redoblar los esfuerzos en conseguir que
ninguna persona quedara marginada del proceso educativo, que ningún joven
abandonara prematuramente sus estudios pues correría grave riesgo de exclusión
social.
A
partir de ese análisis compartido repasaron la situación de las distintas
etapas educativas. Se congratularon del importante avance que ha supuesto la
generalización de la escolarización de todos los niños y niñas de 3 a 6 años y del notable
incremento de la oferta de 0 a
3 años gracias al esfuerzo compartido entre el Ministerio de Educación y las Comunidades
Autónomas para el desarrollo del Plan Educa3. Convinieron que había que seguir
invirtiendo en esta etapa educativa, ya que, entre otras cosas, una buena
oferta de escolarización temprana es un instrumento fundamental para compensar
las desigualdades de origen.
Al
analizar la situación de la Educación
Primaria, comprobaron que la inmensa mayoría del alumnado que
finaliza bien la Primaria
no tiene ningún problema en Secundaria. Por ello, acordaron que para
incrementar las tasas de éxito escolar había que centrarse mucho más en lo que
se hace o se deja de hacer en la Educación
Primaria, fundamentalmente en los primeros cursos, para
conseguir intervenir a tiempo de superar las dificultades de aprendizaje en los
procesos básicos de la lectura, la escritura o el cálculo. Con ese fin,
acordaron incrementar el número de profesores en el segundo ciclo de educación
infantil y en Primaria de forma que se pudieran desdoblar las clases en los
momentos que fuera necesario y de esa forma poder atender mejor al conjunto del
alumnado, especialmente al que tiene mayores dificultades de aprendizaje.
También
analizaron los resultados positivos que estaban teniendo el PROA y otros
programas de apoyo y refuerzo fuera del horario escolar si se aplicaban desde
los primeros años de escolaridad. Decidieron generalizarlo a todos los centros,
decidieron lo que todas las familias que tienen medios para ello han hecho con
sus hijos toda la vida, cuando les buscan un profesor particular o una academia
con el fin de prestarles un mayor apoyo.
También
compartieron la necesidad de que se produjera una mayor implicación de las
familias, que había que mejorar los canales de comunicación entre familias y
profesorado. Compartieron, en definitiva, que como dice el viejo proverbio de
la tribu massai “para educar a un
niño hace falta toda la tribu”. Con ese fin, incrementaron las competencias del
consejo escolar, acordaron fórmulas para incentivar la participación de las
familias en las asociaciones de madres y padres de alumnos, así como las
actividades de formación dirigidas a favorecer el trabajo en común del
profesorado y las familias.
Analizaron
también la situación que se estaba produciendo en muchas familias debido a las
alarmantes cifras de paro. Familias que no pueden garantizar que sus hijos
dispongan de los libros y del material escolar necesario, que no tienen beca de
comedor o de transporte. Ante esta situación, acordaron incrementar de forma
sustancial las ayudas y las becas para que se cumpliera el principio básico de
cualquier país desarrollado “que nadie deje de estudiar, o tenga dificultades
añadidas al estudio, por motivos económicos”.
Acordaron
también seguir trabajando para alcanzar acuerdos básicos sobre la ESO, la Formación Profesional,
el Bachillerato. Se comprometieron a adoptar las medidas necesarias para
conseguir que todos los centros públicos y privados concertados escolaricen de
forma equilibrada a todo el alumnado con especiales dificultades, con el fin de
evitar la creación de centros de diversas categorías. Destacaron la importancia
de mejorar la formación inicial y permanente del profesorado, así como el
acceso a la función docente a cualquier centro público o privado. De todas esas
cosas hablaremos otro día, cuando sigamos soñando.
Trasladaron
todas estas iniciativas y acuerdos al parlamento, donde todos los grupos
votaron por unanimidad estas propuestas acompañadas de la dotación
presupuestaria correspondiente, ya que todos estaban convencidos de que si
queremos salir de la actual situación de crisis económica pensando en el futuro
es necesario invertir más y mejor en educación.
Había una vez un ministro…. Y había
también un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Todas estas
cosas había una vez cuando yo soñaba un mundo al revés.
Yo soñaba con un Partido Socialista que apostase por una escuela 100% pública y de calidad en vez de mantener e impulsar una doble red privada-concertada durante sus sucesivos gobiernos, un modelo que hoy más que nunca se demuestra responsable de generar desigualdad, privatización y copago. Entre esto, la ley 15/97 que abrió las puertas a la privatización de la Sanidad y la reforma de la Constitución que ha hecho que ahora los servicios públicos y sociales estén supeditados al pago de la deuda NUNCA JAMÁS EN LA VIDA OS VOLVERÉ A VOTAR. Y SI LO HAGO QUE SE ME CAIGAN LAS DOS MANOS. TRAIDORES.
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